Son ganas de gritar hasta que, hecha jirones, la garganta se llene de sangre.
Son ganas de golpear todo, teniendo los nudillos demasiado llenos de dolor como para tocar algo.
Es pesadez en los brazos, en la espalda, en el alma.
Es un deja vu de repeticiones. Redundante.
Son miles de agujas en el estómago, son miles de rayos en la sien.
Es presión en la nuca. Son manos inquietas.
Es la lluvia.
Es el áspero tacto de los dientes rechinando.
Es caminar por la linea de la locura, lanzando risitas insanas.
Son mil y un pensamientos en el fondo de los ojos.
Es el odio repentino al contacto físico y la eterna necesidad de un abrazo.
Son ganas de llorar y no poder.
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