La realidad es cruda.
Cada día me vuelvo mas amargo y seco.
No puedo acostumbrarme a nada porque constantemente se esta dando vuelta la tortilla.
Y como si fuera poco, estoy en el horno.
Sin lugar a dudas, la vida esta cocinando algo. Esperemos que no se le queme.
Bah... por este post... ya estoy quemadisimo.
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