Hoy en el colectivo me toco sentarme enfrente de dos nenas que no tenían mas de 8 años. Una rubiecita con el pelo desordenado como una melena y la otra morochita, con l atrenza mas perfecta que vi en mi vida. Iban en esos asientos que estan en sentido contrario al resto. Señalaban todo lo que veian por las ventanillas. TODO. A veces es refrescante ese interes por todo que tienen los mas chicos. Seguramente era su primer viaje solas en colectivos, porque no había ningún mayor acompañandolas cuando bajaron dos cuadras antes de la terminal. Y unas cuadras antes de que bajaran sucedió lo que motivó estas lineas.
Entre todas las cosas y personas que miraban por la ventanilla, las dos nenas vieron a un nenito de la calle, un chico que probablemente tenía su edad, vestido con ropas que tenian el doble de su peso en mugre encima. Una de ellas, creo que la rubiecita, dijo: "Pobre nene, que Dios lo ayude."
Y yo me quedé sorprendido. Tan chiquitas y ya saben como actuar en el futuro, cuando sean unas viejas de mierda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario