El primer dia, el Señor apreto el boton y prendio la luz, separandola de las sombras.
El segundo dia, barrio y paso un lampazo, separando la tierra y el agua.
El tercer dia, fue a la verduleria, trajo bocha de frutas y verduras y las separo por tipos en donde tenia que ir cada una.
El cuarto dia miro hacia arriba y se dio cuenta de un problema. Asi que puso dos lamparitas, una para el dia y otra mas tenue para la noche. Todo eso lo regulaba del boton que esta atras de la heladera.
El quinto dia saco los animales un rato, divididos por razas, como las papas y los tomates de dos dias antes.
Por lo que vimos hasta ahora, seguro que creen que le sobraba tiempo. Pero no. Porque el sexto dia decidio traer mas gente para que haga sus cosas. Obviamente todos a su imagen y semejanza. Nada de negritos ni chinos ni nada. Esa misma noche dijo "Al fin, loco, mañana me tiro a descansar todo el dia y que nadie me rompa los huevos. Es mas, el septimo dia va a ser para que descansen todos".
El septimo dia se levanto se pego una ducha se miro al espejo y vio que tenia una barba zarpada. Se vistio decidido a cortarse el pelo. En eso le pinto el bajon y, sin darse cuenta, dijo en voz alta "uh, man, como me comeria unos cañoncitos de dulce de leche".
Asi fue como Dio abrio su negocio y establecio que el ultimo dia todos deberian descansar. Bueno, todos excepto las peluquerias y las peluquerias...
Y eventualmente las heladerias...
Ah, Muy Bien, Los Quiero, Adios...
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