Todos tenemos alguna historia idiota de la q nos sentimos orgullosos, esta es una de las tantas q todavia me sacan una sonrisa.
Esto ocurrió el verano pasado. Fue al último campamento q fui con un grupo de scouts. El destino: un camping diseñado especialmente para estos tipos de campamentos, cerca de la ladera de una sierra en Punta Clavero, Córdoba. El lugar era hermoso. Los días pasaron con tranquilidad y buen clima, salvo un día q nos pegó la cola de un pequeño tornado. Pero la historia no ocurre durante el campamento sino cuando este promediaba. En la tarde del día q nos teniamos q ir escuchamos revuelo en la posta central, donde estaba la secretaria del camping y el dueño. Al parecer se les habia terminado la plata y no le podían pagar a los micros para q nos lleven de vuelta. Es decir: Estabamos sin plata en Córdoba (horror!!) sin forma de volver con un contingente de 40 pendejitos. Los dirigentes estaban como locos y para evitar quilombos nos mandaron a los mas grandes a cuidar a los chicos mientras dormian. Los habré cuidado dos minutos porque me planche ni bien me senté.
Me despertó un ruido a motor. A motor grosso. "Joya" pense, "el micro." Cuando salí del carpón pasó enfrente de mí el tractor q tenía el camping hasta las bolas de pibes, entre ellos El Villa, que medio q dirigia la empresa. Mire para adentro del carpón y había tres pibes nada mas durmiendo."Joya"pense, "Anarquia scout" y cazé un hacha de boleo. Lo demas me lo guardo para mi, pero me diverti como un hdp.
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