Me encanta dar la contra pero odio contradecirme. Y ayer lo hice. Es raro como uno puede creer q ya se estableció un pensamiento en su cabeza y como en un instante mandamos todo lo estipulado al carajo. Como saber si uno esta haciendo lo correcto? No es el tiempo el q nos dice eso. Bueno, hoy no se me canta esperar. Hagan sus apuestas... la bolilla empezó a rodar.
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