Te acordas de aquella vez que salimos del C.B.C., en Avellaneda?? Aquella vez que volvimos en colectivo, solos??
Había esperado esa oportunidad mucho, mucho tiempo... Viajar a tu lado por mas de media hora. Tenerte cerca mio... era la gloria.
Entonces apoyaste tu cabeza en mi hombro y cerraste los ojos. Dijiste que estabas cansada... que te ayude a descansar. Le ordené a cada músculo que se relaje. Quería ser la almohada mas cómoda del mundo, exclusivamente tuya. Traté de amortiguar cada salto del colectivo, para que no moleste a tu pequeña siesta. Contuve el aliento para que mi corazón lata mas lento y no te moleste en el oido... Deseaba ser perfecto.
"No podés relajarte un poco mas??" me preguntaste algo dormida.
No, no podía... estaba enamorado.
Silla!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario