No he sido bendecido con una memoria detallista o con una capacidad de atención puntual. Soy el perfecto ejemplo de lo que me entra por un oído, sale por el otro. Aunque sea físicamente imposible. Y es por eso que escribo. Escribo para no olvidar, porque en otro formato que no sea en mis ociosas neuronas quizás perduren los detalles. Porque llega un momento que no distingo si lo viví o lo leí, si fue con tal o cual persona, si lo hice o lo pensé, si fui yo o Max Payne o Leonard Shelby...
Si bien todo el método parece infalible, el principal problema es que, si bien los detalles desaparecen con el tiempo, las emociones que produjeron los eventos que escribo no. Entonces recuerdo como lo sentí, pero no como lo explique. Y yo, para no dar la nota y hacérmela fácil, a veces narro de una manera por la cual solamente yo y los cercanos pueden entenderlo. Entonces, a la hora de buscar el texto en el que hablaba de cuando sentí tal cosa, o pensaba tal otra, el buscador me avisa que no encontró ningún documento. Es como tratar de encontrar una canción por Google en la cual, al minuto y medio hace "pinininnnn". Simplemente no se puede, por una cuestión de categorías. Hagan la prueba, busquen un solo de guitarra por una nota que haya producido la reacción mas vaga y ambivalente en ustedes.
Con el puerto usb para bajar mis pensamientos en imágenes, tendría que venir un soft de búsqueda que todavía no encuentro la manera de describir.
Si, una cagada este post, pero en algún momento lo tenia que escribir y como viene la mano era ahora o nunca.
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