La tele me despertó con el programa de MTV Roomraiders. Eso me hizo acordar que mi cuarto estaba lleno de basura y no sé porque lo empecé a limpiar.
Hice las camas, guarde la ropa, barrí el piso y me acerque al escritorio, en donde está el cajón en el que guardo de todo.
Lo volqué en mi cama y me puse a hacer pilas de cosas que se relacionaban. Entonces hice la pila de: entradas/flyers de recitales que fui/me hubiera gustado ir; cartas viejas; cartas nuevas; fotos; tarjetas de cumpleaños (con la subidivision "Tarjetas personalizadas del Wallo"); Agendas(las verdaderas y los montones de papelitos con números de teléfono, nombres, direcciones, números de DNI, etc...); Encendedores; Canciones escritas por mí que todavía no pasé a la computadora y demases...
Pero entre todas esas cosas encontre esto (imaginame levantando una chapita de latita de gaseosa con una luz que sale de ella...). Mi primera impresion fue: "que basurero que soy". Pero esa impresión duró medio segundo. Esa chapita de gaseosa vale menos que, a ver, no sé... cinco centavos todos oxidados... Pero para mí tiene un valor enorme. Me la regalaste vos, porque se despegó cuando llegó a la primera letra de tu nombre y yo la acepté haciendome el desentendido, como si esa cosa que me dabas era algo que alguien guarda en el bolsillo y en la primera oportunidad lo tira.
Y la encontré adentro de una bolsita de tela en donde venía un anillo que me salió mucha plata y se lo regalé a alguien que ya no veo.
Tesoros así se nos presentan todos los días y está en nosotros reconocerles su verdadero valor...
Silla!
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