No creo en Dios, soy agnóstico. Aunque soy un agnóstico bastante raro... De chico nunca me inculcaron la religión y todo lo que sé sobre mitología cristiana lo sé porque leí la Biblia de puro aburrimiento o de algun especial del A&E Mundo. No creo en Dios, no creo en Moisés, ni en los 10 mandamientos... Odio la iglesia manipuladora y la hipocresia de los curas. Odio los fanáticos, los que te tratan de vender el cielo mostrandote el infierno. Odio la idea de la culpa, del constante arrepentimiento...
Pero hablo con Dios, a veces. Cuando estoy solo, bajoneado, cuando no hay nadie con quien hablar. Cuando quiero escupir palabras y aclarar pensamientos... hablo con Dios. Siempre empiezo con :"No sé si existis o no pero te voy hablar un rato bastante largo, asi que presta atención". No espero una respuesta. No quiero una respuesta... Simplemente me gusta saber que hay alguien que me escucha siempre, cuando mas lo necesito. Que sabe que me equivoco y entiende que nunca me quise equivocar. Me gusta saber que hay alguien que me deja vaciarme de angustias y que las hace volar con el viento. El hombre necesita un Dios... siempre. Un confidente, un amigo, un hombro en donde apoyarse y dejar las lagrimas, la esperanza de que algun día veremos las cosas con claridad, simplemente porque confiamos en él nuestros miedos y tristezas y solos pudimos salir del bache... El hombre no necesita un juez, un verdugo, alguien a quien pagar tributo y sentirse avergonzado de nuestro errores...
El hombre necesita un Dios... o una Diosa a quien adorar.
Silla!
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