Eran como las 7 y media de la mañana. Otra vez, ya iba a ser la cuarta, mi vieja intentaba despertarme. Asome mi cabeza de entre las almohadas (duermo con 2 almohadas), entreabri los ojos muy lentamente y la miré. Ella, parada en el umbral de la puerta, lista para salir al mundo laboral... yo, volviendo del mundo onirico donde no soy tan debil y la realidad es un lejano sueño... Ahí nos encontramos.
"Seguí durmiendo un poco mas" me dijo compasiva.
No le dije nada, pero mi sonrisa complice le dió las gracias. Sumergí mi cabeza una vez mas dentro del embrollo de sabanas e intenté dormir...
En vano... El ruido de la fundición de enfrente (la fuente de mi futuro cancer) ya me había despabilado. Entonces era solo yo, mi abuela, Mafalda y mi casa.
Los parlantes de la computadora no tardaron en llenar el vacio del aire. Música molesta, agresiva, punzante. La voz áspera no paraba de escupir groserias, mientras yo, como un autista, me preparaba un pan con miel.
Después ordené mi pieza, y saque a la guitarra de su funda. Eso fue problabemente a las 9 y cuarto.
A las 12 y veinte mi hermano llegó de la escuela y me encontró tocando la guitarra, aunque las notas no sonaban bien... mis dedos estaban hinchados y no me animaba a deslizarlos por las cuerdas porque, de seguro, se cortarían y mancharían la guitarra con sangre...
"Como estás?" me preguntó automaticamente como un saludo.
"... Bien" dije con los ojos nublados. "Como estuvo tu día?"
"Aburrido... el tuyo?"
"Todavía no empezo... todavía no empezo" le dije, mientras guardaba a mi guitarra en su funda y apagaba el amplificador.
Después calenté unas porciones de tarta que habían quedado de la noche anterior y las comimos en silencio. Se me ocurrió prender el televisor simplemente para hacer el momento mas llevadero. A la 1 y veinte tomé mis cosas y avisé "Esta noche puede que no vuelva..."
Mi hermano se encogió de hombros "Y?.." preguntó sin apartar sus ojos de la caja boba.
"Nada, por si pregunta mamá... Decile q no me deje nada preparado..."
Y lo miré desde el umbral de la puerta, con miedo de salir al mundo laboral y él no me devolvió la mirada, simplemente se quedo absorto mirando las imagenes que vomitaba el televisor, en donde puede vivir vidas de otros, en donde la realidad es simplemente un canal mas...
Mi hermano Fernando se parece mucho a mi. Cuando lo vea de nuevo, le voy a decir que tenga cuidado...
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