Un hombre yace en su cama, en un cuarto sin puertas. Él espera, ansiando que una presencia, algo, lo que sea, entre. Después de gastar mitad de su vida buscando, se siente tan vacío como el techo que está observando. Esta vivo, pero no siente absolutamente nada. Entonces... lo está?
Cuando tenía seis años creía que la luna en el cielo lo perseguía, a los nueve descifró la ilusión, cambiando magia por hechos. No existe el reembolso. Así que esto es ser un adulto... Si solo supiese ahora, lo que sabía ayer...
En este lugar, y a riesgo de sonar muy patético, fue donde más fuerte sonó mi voz. Ya no quiero ser escuchado.
Yaciendo de lado sobre sabanas arrugadas y sin cubrecama, decide soñar.
Soñar un nuevo "yo", para sí mismo.
Han sido un publico maravilloso. Muchas gracias. Hasta siempre.
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