Son tan tristes las miradas que se encuentran en el valle de lagrimas.
Me dejan sin respiro, fulminada. Me destruyen en solo una cuestion de segundos y lloro por el abismo que nos separa, por la impotencia ante esa fuerza que penetra sin permiso en mi alma.
Se que no hay ningun barco que me lleve a tu puerto, y mi barco solo esta cargado de ilusiones que se desvanecen con las olas del mar.
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