viernes, agosto 26, 2005

Bus Stories

-No es necesario que le pregunte, comisario.- Dijo el detective Bucorlochi.- No habrá necesidad de mas interrogatorios cuando la victima nos esta diciendo quien es asesino.
Los presentes se quedaron sorprendidos ante la declaración del joven investigador. Meciéndose en la vieja silla de pino, mientras sacaba un cigarrillo del paquete y se lo llevaba a la boca, Bucorlochi lanzó una sonrisa burlona.
-Usted quiere decir que el fallecido nos intentó hacer saber quien fue su asesino con el extraño código escrito en sangre?.- Preguntó el comisario Gutiérrez.
-Por supuesto, no veo que otro fin tenga eso.
Un sol al lado del símbolo del dios egipcio ra y finalizando la secuencia, una luna menguante escritas con sangre por el empresario asesinado segundos antes de morir adornaban un zócalo de la, ahora. atestada habitación. Mientras Bucorlochi se acercaba a ella le hizo un gesto con el dedo índice al agente que custodiaba la única puerta de la habitación para que la cerrase. Gutiérrez se percató de la orden y rápidamente miró a todos los presentes. Si Bucorlochi quería que custodiasen la puerta era obvio que el asesino era uno de ellos.
-Repasémoslo que ya sabemos todos.- Dijo el detective mientras se apoyaba contra la pared, enfrentando a su expectante público.- Sabemos que el señor Márquez era un aficionado de la arqueología y especialmente...- señaló el mensaje con su pie izquierdo, acercándolo tanto a la pieza de evidencia que el comisario pareció inquietarse.- especialmente sobre el área de la cultura egipcia.
-Bueno, pero el experto en jeroglíficos no pudo encontrar nada significante en esa combinación de símbolos.
-Todo a su momento, señor Doure.- se apresuró a decir Bucorlochi- Dejemos lo mas sabroso para después. La otra cosa que sabemos es que el señor Márquez tuvo una reunión con todos ustedes a las 15 horas para ser encontrado muerto a las 16:15, a escasos minutos de que esta termine. En todo ese tiempo ustedes no habían abandonado el edificio.
-Lo que los hace los principales sospechosos del crimen.- acotó el comisario. Su comentario no pareció ser bien recibido por Bucorlochi, quien retomó rápidamente su punto.
-Claro que antes de morir desangrado, el señor Márquez pudo escribir estos tres símbolos que en apariencia no dicen nada y en efecto, no tienen traducción posible del jeroglífico.
-No entiendo.- Dijo el ingeniero Lissas.
-Por supuesto!- Contestó rápidamente Bucorlochi- Porque de haberlo entendido el asesino lo habría borrado, pero quizás era información importante... como la clave de una bóveda. Pero no se alegren... el difunto Márquez solo me estaba dando una mano.
El detective sacó una servilleta de su bolsillo y la desdobló lentamente, mientras miraba uno por uno a los tres sospechosos.
- Sol, Ra y Luna... Al principio pensé que había alguna relación con oficios, horarios o antecedentes pero luego caí en cuenta que un código tan sencillo se refería justamente a algo básico. Un nombre. Claro, había algo que interprete mal... Comisario, por favor arreste al señor Carlos Doure.

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