... Y el escuchó diariamente ese cd que le indicó ella entre sueños, esperando que la música la llame, la atraiga a su lado. Y al pasar por su puerta todavía escucho las mismas notas repitiendose una y otra vez, como un foghorn de sentimientos, clamando por su mujer amada...
A veces cuesta reconocer los principios de los finales. A veces cuesta simplemente reconocer.
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