Ella lo miró con los ojos cristalinos.
-Dame una oportunidad de demostrarte que te amo y que podríamos ser felices juntos.
Él no se inmutó... Arqueó una ceja y respondió:
-Adelante...
Ella se acercó lentamente y le sujetó la cabeza dulcemente. Antes de cerrar sus ojos lo miró tan profundamente que supo sincerarle todas aquellas cosas que jamás se había animado a decirle. Tomó aire y comenzó a besarlo. Se dejo llevar... Se perdió en lo suave de sus labios. Sintió en su pecho una explosión de alegría. Tanto, que se olvidó de respirar. Se separó tomando una gran bocanada de aire, mientras un espasmo hacía temblar todo su cuerpo.
-Lo sentiste?.- Preguntó asombrada.
-No... nada.
Quizas ella debío morir ahogada por ese beso, por ese amor que solo ella sentía.
El amor es un espejismo de la mente. Es una de las tantas facetas del ego. Es un invento que intenta llenar lo vacio de esta vida.
El amor es propio.
Y aún asi creo en él... Yo muero en cada beso que voy dejando.
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