martes, junio 07, 2005

So...

Extraño el olor a gas de sifón recargable. No sé si es un buen comienzo para un post, pero ahí lo tienen: extraño ese olor asqueroso. Era como podrído-metálico y solía quedarme en los dedos cuando el gas "rebalsaba" del sifón. Eso significaba que estaba lleno y ya se podía usar.La sangre tiene un olor parecido, pero no llega a ser igual. Es mas, la sangre tiene olor a los pasamanos oxidados de los colectivos.
Yo no tomaba soda, pero me encantaba recargar el sifón. Aunque hubo un tiempo que le tenía miedo a los sifones, porque cuando tenía cuatro años, mi viejo lo estaba recargando, se superllenó de gas y salió volando. Y quedó colgando del elastico de mi pantalón. Casi me revienta el pito!! Apuesto que cualquiera que haya leído Freud se esta relamiendo con el ejemplo que les acabo de dar del Complejo de Edipo. Me llevaron a la pieza de mis abuelos y me acostaron. Creo que estaba en shock porque me acuerdo poco y nada de mi reacción. Lo que si me acuerdo patente es que vino mi viejo con un vaso lleno de Coca-Cola y me dijo que lo tomara que me iba a hacer bien. Si mi memoria no me falla fue la primera vez que tomaba Coca y fue cuando aprendí lo que era un placebo.
Y que en mis viejos no hay que confiar demasiado.

No hay comentarios.: