martes, junio 14, 2005

Wasted

Cuando era mas chico mi vieja me forzaba para que me lavase los dientes. No es que no me gustara tener la boca limpia, sino que me parecía una molestia todo el procedimiento. Ahora, visto a la distancia, cepillarse los dientes no tiene nada de tortuoso pero, para mi, eran los cinco minutos mas largos y aburridos de mi vida.
Aun asi, hubo varias veces en las que fingí que me estaba limpiando los dientes. Abría la canilla, agarraba mi cepillo, lo mojaba y frotaba las cerdas en mi pulgar. Después llenaba un vaso con agua y me hacia dos buches. Me secaba la cara con la toalla y salía del baño. Dudo haber engañado a mi vieja, porque la dramatización era llevada al extremo y parecia que estaba torturando a alguien con una escoba mas que lavandome los dientes.
No sé si estoy tratando de hacer una analogía o simplemente estoy escribiendo esto porque asi lo sentí. Quizas a veces creo que toda esa energía que uso en fingir algo podría estar siendo utilizada para hacer ese algo mismo. Quizas no tiene nada que ver. Olvidense que leyeron esto.

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