jueves, abril 09, 2009

Show Me Who You Are Not

Para introducirlos en la revelación que he tenido hace poco hace falta que me adentre en ciertos puntos, pero como sé que a algunos les parecerán superfluo los detalles y se alegran de ir al grano, les dejo acá el link para la conclusión. Para el resto, los puntos son:
  1. De como llegó un libro de Isaac Asimov a mis manos.
  2. De que leí en ese libro.
  3. De mi capacidad de sacar conclusiones que no tienen nada que ver con el tema que se esta abordando
  4. Finalmente, mi bendita revelación.
Para quienes no lo conocen, Isaac Asimov, la gente que lee esto, gente que lee esto, Isaac Asimov. Hechas las presentaciones, debo admitir que no conocía mucho de la obra de este señor, pero las referencias lo hacían alguien digno de darle una oportunidad a la hora de leer.
La landlord del piso donde vivo es una señora de lo mas macanuda. En buen plan. Siempre esta trayendo las basuras que no usa para que nosotros le demos un buen uso. Somos algo así como el armario del hermano menor.
Un día nos trajo unos cuantos libros, la mayoría de la "Biblioteca de Divulgación Científica" de "Muy Interesante". Son libros un tanto viejos (( tendrán todos mas de 25 años de la fecha de publicación en dicha biblioteca y muchos mas de la primera edición )) por lo que, sabiendo como avanza la ciencia y el alcance de algunas de las predicciones que hacen los autores, hay muchas cosas que ya fueron refutadas o reformuladas. O como quisiera Sole que dijese: Algunas cosas las negaron otros estudios y otras fueron el armazón de otra teoría que se fue para otro lado.
Bien, uno de estos libros era Fotosíntesis por Isaac Asimov. Ya de por si el titulo no da esperanzas a encontrarse con una novela de Sci-fi con robot bicentenarios ni sobre imperios galácticos.
Además, con la graciosa forma en que el señor Isaac nos hace quedar siempre como boludos, inicia el libro con una frase memorable:

Es sorprendente lo que damos por sabido.
Por ejemplo, respiramos.(...)

El intelecto de cualquier persona se sentiría ultrajado ante tremenda bobera. Pero tiene su punto, el cual, muy lentamente y con todos los cuidados como para que un mogólico total lo pueda entender nos da a conocer. Después de oxidrilos y cosas por el estilo se puso a hablar de la coloración de las plantas y hete aquí que mi mente comenzó a transitar por otros caminos, aún cuando mis ojos seguían leyendo el texto. Eso no es novedad alguna. Puedo estar escuchando una canción, malentender la letra y sacar una conclusión totalmente errónea pero con cierto valor. Luego leo la letra en internet, pensando que groso que era el que la escribió, para darme cuenta que decía otra cosa, como "nanana fuck you" y a la mierda mis conclusiones sobre el tema. Volviendo al ídem, según lo que nos cuenta el señor Isaac, la pigmentación de las cosas (( todas las que reciban luz )) se debe a que hay algo en su interior que absorbe la luz. Cada cosa tendrá el color del espectro de luz que no absorbe, es decir, el sobrante de luz que las impacta. Las cosas blancas repelen toda la luz, las cosas negras la absorben en su totalidad, las verdes toman todo menos el verde...

En fin: Nosotros vemos luz, no cosas. La verdadera naturaleza de las cosas se nos escapa, porque lo que impacta en nuestros ojos son ondas de energía y esas ondas de energía son las que rebotan en las cosas cuando la luz les da en su superficie. Pero esa luz que vemos, esos colores, no son otra cosa que los colores que esa cosa NO quiso tomar. Una rosa escarlata repele la luz roja. Se podría decir que no quiere saber nada de ella.
A lo que voy, y les juro que nada tiene que ver con la fotosíntesis, es que somos a los ojos de los demás, precisamente aquello que no tomamos como nuestro. Aquello que, de alguna forma, no queremos ser. Y va a ser así, mientras la luz nos ilumine.

Etiquetas de esta entrada: albornoz, jamón del medio, Guadalupe en llamas

No hay comentarios.: