sábado, agosto 21, 2004

Life Is Shitty...

No sé como explicar estas cosas del karma... simplemente suceden.
Para mi el karma lo hace uno, se sugestiona y todo lo que puede salir mal sale mal cuando nosotros lo tememos. Es algo asi como una filosofía budista con un toque de Murphy.
Y los veinte son, oficialmente, mi día de muerte de karma.
Ayer pensaba que lo peor que me podía pasar era que a la mañana el doctor no me encuentre una vena buena para sacarme sangre, o quedarme dormido y llegar tarde al laburo.
Je... pero no... Al final no se la agarró conmigo.
Cuando me fuí de mi casa mi abuela estaba como rara... como perdida. Paso a explicar que mi abuela sufrió un derrame en el cerebro y se le daño la parte que controla el habla. Desde ese día se maneja como puede y nosotros, poniendo muuucho esfuerzo, entendemos lo que nos trata de decir. Pero ayer era inentendible. Mi vieja se preocupó y mas me preocupé yo. Soy un maldito pesimista. Llamó a una ambulancia y me mandó al laburo, a pesar de que yo me quería quedar en casa.
En el laburo traté de olvidarme de todo, porque todo, absolutamente todo, me caía mal (Maria pudo atestiguar mi mal humor).
Ni bien llegué a mi casa me enteré de la mala nueva. Mi abuela estaba internada, otra vez, por una trombosis. Se notaba que mi vieja había estaba llorando y se notaba muy nerviosa. Me pegó un bajonazo gigantesco, del cual todavía me estoy reponiendo...
Una buena noticia era que estaban probando un nuevo tratamiento en ella, algo asi como conejillo de las Indias. La medicación fue probada en enfermos de coronarias y ahora la probaban con casos cerebrales. Mi vieja tuvo que firmar una autorización por si las dudas. la cosa es que como es experimental a cierta cantidad de pacientes le dan la medicación y a otra parte le dan un placebo... para ver si realmente funciona.
Asi que estabamos todos deseando que la suerte se ponga de su lado (porque sabía que si pedía por mi pichaba ahi nomas la pobre...).
Y al final parece que si se pudo...
Hoy cuando la fui a visitar estaba mejor, hasta diría que perfecta. Hablamos mucho, hasta sobre la muerte y me dijo que no creía vivir hasta los 80. Yo le prometí que cumpliría 85 años...
Y me pidió que vaya al recital, que me preocupe menos, que ella ya esta bien. Yo todavía tengo mis dudas, pero creo que tiene razón. Necesito distenderme y que mejor que esta noche, alrededor de la gente que mas quiero...
Silla!

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