viernes, marzo 19, 2004

Nothing to Ask

No es que no necesite ayuda de nadie. Simplemente no tengo ganas de pedirla.
Siempre le digo a la gente que me interesa que si necesita algo sea lo que sea se acerque a mí, me llame o haga lo que sea para pedirme esa ayuda. Yo les voy a brindar lo que esté a mí alcance. Y trato de acercarme a ellos de una manera u otra, para saber si están bien, si necesitan algo que yo les pueda brindar. Pero cuando yo estoy mal no recibo mucha respuesta. Es decir, la mayoría de las veces ni siquiera se llegan a enterar. Pero hay veces que sí. Y esas veces lo que más obtengo es un:- “Vení Que Yo Te Ayudo”. Y me pregunto, encima que estoy mal me tengo que trasladar? No sería más lógico que los demás se acerquen a brindarme esa ayuda? Tanto les cuesta caminar un par de cuadras hasta llegar a mi casa o, al menos, hasta un teléfono? Tan valiosos son esos 4 minutos o esos 20 centavos? Tanto les preocupa comerse dos chicles menos? O cuatro en el mejor caso.
Generalmente no me presto a hablar de las cosas que pasan por dentro mío y creo que ese es el único caso en el que llego a mentir, diciendo que no me pasa nada para no tener que hablar del tema. Pero la simple presencia de mis amigos me hace bien. Muy bien. Su sola presencia o ausencia puede llegar a cambiar mi ánimo del día, de la semana o incluso del mes entero. Al estar con amigos me hace sentir un poco menos solo. Sentir que alguien se acuerda de mí, que se preocupa y hasta se molesta en demostrarlo es una de las sensaciones más gratificantes para mí. Pero no cuando soy yo el que aparece para que se preocupen por mí, si no cuando ellos si dejan ver donde yo estoy...
A veces se da que gente que me conoce muy poco me ve mal. Ellos se dan cuenta más rápido que los que verdaderamente me conocen. Puede ser que yo no les preste tanta importancia y no me preocupe tanto por demostrarles mi estado de ánimo. Ellos se acercan y me preguntan que me pasa. Yo respondo de forma esquiva. Y no insisten por una simple falta de confianza. A toda esa gente: Muchas Gracias. Para mí es muy importante eso. Les estoy eternamente agradecidos.
En resumen, lo que quiero decir es esto que me surgió hoy por algo que pasó y me hizo darme cuenta de algo de mi personalidad que no sabía. No quiero nada de los demás que no salga de ellos. Acepto todo lo que los demás me pueden brindar. Pero no me gusta tener que pedirles nada. Suena muy orgulloso. Pero no creo que sea una cuestión de orgullo. El tema es que yo creo que la ayuda debe salir de los demás. O no sé si creo eso. Pero en mi casoquiero que sea así. Me molesta mucho tener que andar implorándole a la gente que se acuerde de mí. Sí les interesa algo mi amistad que me llamen o me vayan a ver ellos.


Hoy tengo ganas de emborracharme y delirar. Me gustaría que sea en compañia de Pablo. Pero creo que el sábado va a la fuckultad. Así que hoy cuando me levante me voy a preparar una botella de Tío Walo. No sé como va a salir porque hace casi un año que no hago y no tengo la receta, así que voy a confiar en mi memoria. Y me voy a emborrachar con mi compañero de delirios o sin él...


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