martes, marzo 23, 2004

The Piercing Odissey

Ayer me llamaron de Mc Donalds para que vaya a trabajar (hoy). Todavía me quedaban un par de días de vacaciones pero como necesito horas accedí sin dudarlo. Para eso me tenía que sacar los piercings.
Para que se entienda lo que voy a contar primero hay que hacer un pequeño flashback: turiruriruri (música de ensueño) El 28/11/03 me puse los aritos con la idea de sacármelos para trabajar y después volver a ponérmelos al salir. Eso fue cuando creía que iba a poder hacerlo sin que se me cierren. Igualmente cuando me enteré que no podía me dí cuenta de que no me podía sacar uno de ellos. Estuve un mes y medio sin poder sacármelos hasta que un día, después de mucho esfuerzo y mucho sufrimiento, lograron sacármelo. Esto me trajo problemas en el trabajo. Justo me había empezado a llevar bien con todos y a trabajar muchas horas y, al aparecer con los piercings, me volvieron a mirar mal como solían hacerlo antes. Por dos motivos: primero, por que no me podían mandar a ningún lugar que no sea el lobby y por ahí me necesitaban en la cocina o en otro lado y no podía ir por una regla chota de la empresa. Y segundo que, al hacer todos los días exactamente lo mismo, me agoté y mi nivel de trabajo bajó por desgano. Encima tenía que estar todos los días con una curita en el mentón. Fin del flashback. Fuuuuuuuussshhhh
O sea, si hoy me aparecía con los piercings y la curita, con suerte me suspendían. Entonces le pedí a Mauro que me lo saque. No pudo. Me dijo que pase hoy por el local. Pero no podía porque el llega después de la hora que yo tenía que entrar. Así que me dijo que pase por lo del Rata (otro tatuador de lanús) y que le diga que voy de parte de él para que me lo saque. Tampoco pudo.
Entonces fui para un local que está en Corrientes al 2200 (unas 6 cuadras de mi trabajo) y les pedí que me lo saquen. A la chica que está en la entrada (Melisa, si no me equivoco) ya la conocía por que un día pasé y ella alabó mi remera de APF y yo, como siempre, me puse a hablar de la banda.
Bueno, el chabón agarró una pinza, apretó el vástago y hizo fuerza. Adivinen qué. No pudo. Probó de varias maneras diferentes y no pudo. No quiso desistir, por que sabía que iba a salir de la manera más pelotuda (si, eso dijo). Llegó otro del local y probó también. Pero no pudo. Entonces tiró la idea de cortarlo con un alicate. Probó un poco más y, al ver que no podía le dije que al carajo, que lo corte. Trajo el alicate y enganchó el vástago y empezó a hacer fuerza. No me van a creer, pero no pudo. Se reventó la mano de la fuerza, pero el vástago no se terminó de cortar. Agarró el otro(el primero que había intentado) y empezó a hacer fuerza para terminar de cortar en el lugar que el otro había empezado. Bueno, esta es la parte loca. Probablemente no me crean, pero les puedo jurar que es verdad. Se cayó la punta. O sea, se salió antes de que termine de cortarse. Como había dicho el flaco, salió de la forma más pelotuda.
Así que ahora estoy con un piercing a medio cortar sin punta, porque se falseó la rosca.

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